Hay Mac para todos

Si Apple apuesta por los creadores de contenido... ¿Se acabó el periodismo tech?

Va a sonar extraño, pero sí: fui influencer. No era precisamente tan glamoroso como ahora: fue en la era prehistórica de Instagram — cuando usar filtros vintage en tus fotos de menos de 10 megapixeles y postearlas era realmente cool - y cuando Twitter era la “plaza pública” digital. Entonces, mi cuenta en la hoy red social de Elon Musk acumulaba decenas de miles de seguidores, y ser “twittero influyente“ en Chile era algo nuevo en un mundo donde las marcas aún no entendían el poder de cultivar una conexión genuina con sus audiencias.

No cuento esto porque me guste mirar y autocomplacerme en el pasado: lo hago porque la semana pasada Apple presentó sus nuevas Mac con procesadores M4 con una estrategia que generó ruido. Mark Gurman — sin lugar a dudas, el periodista especializado en Apple – apuntó en sus redes que le llamaba la atención como en Cupertino privilegiaban invitar a sesiones de 1 a 1 con las computadoras a TikTokers antes que a "periodistas objetivos expertos en tecnología, que ayudarían a los consumidores a tomar decisiones de compra". ¿Anomalía? No, evolución. Apple, siempre a la vanguardia, entendió que la forma de acercarse a las audiencias ya cambió.

Porque está claro que quienes hemos trabajado haciendo tecnología en los medios tradicionales ya no monopolizamos la entrega de información. Vivimos en la era del contenido corto, digerible y con estilo que domina en TikTok y Reels, donde los potenciales usuarios buscan referentes que les hablen en su idioma. Y ahí es donde entran los creadores de contenido, como Becca Farsace — ex The Verge, a sabiendas uno de los pocos blogs nacidos al alero del boom de la Web 2.0 - que ahora triunfa en solitario con sus análisis de tecnología en video con un impacto muchísimo más significativo en las decisiones de compra de miles de usuarios en 2024, antagónicamente a lo que ocurre con la "vieja escuela", de la que ahora yo mismo formo parte. Ja.

Dicho eso, no se trata de que todos nos volquemos a crear contenido; no es para cualquiera, y exige tiempo y sobre todo, recursos. Pero la observación de Gurman es un buen momento para reflexionar sobre dónde está parado Apple hoy: la "bicicleta para la mente" que presentó Steve Jobs hace medio siglo dejó de ser patrimonio exclusivo de geeks, diseñadores y creativos, y menos un símbolo de estatus.

Y Apple lo sabe. Por eso, su estrategia de comunicación ha dado un giro radical, uno que arrancó internamente hace cinco años con cambios sustanciales en su estrategia de relaciones públicas; lo sé de primera fuente. Ya no se trata solo de hablar de especificaciones técnicas y rendimiento de los procesadores M4, sino de integrar lo que puedes lograr gracias a esa tecnología en tu vida cotidiana. Así, vemos a un ramillete de personajes que conectan con más de uno de nosotros — incluyendo a periodistas de finanzas personales, artistas plásticos y, por qué no, la influencer con seguidores de a seis o más dígitos en su perfil contándonos del último lanzamiento salido de Cupertino.

Ahora bien, ¿significa esto que el periodismo tecnológico está muerto? Para nada. Tener una mirada más rigurosa y mirar bajo el agua sigue teniendo más valor que nunca; como Gurman, si creo crucial el ofrecer análisis en profundidad y tener una una voz crítica, que ofrezca un contrapunto al entusiasmo del marketing y a cierta “prensa” que sólo busca contar con el beneplácito y consideración de las relaciones públicas.

Hoy, más que nunca, la Mac está en manos de consumidores de todas las edades, ámbitos e intereses; es esa misma audiencia la que confía en la cercanía e identificación de sus creadores de contenido favoritos. Tal como la tecnología avanza en poder y capacidades, el panorama de consumo de medios ha cambiado y, como ha ocurrido a lo largo de la introducción de nuevas formas de comunicación, quienes trabajamos en ellos debemos adaptarnos, encontrando nuevas formas de conectar con las audiencias y ofrecerles mucho más que sólo 30 segundos en video… Y, por qué no, aprender un par de trucos de los TikTokers.